domingo, 6 de noviembre de 2011

COMENZAMOS CON LOS DEBERES

A Kirikú aún le queda un año para pasar a Primaria, y ya nos han mandado un trabajo para casa, algo relacionado con las letras, porque su cole, para no dejar de parecerse a los otros colegios, tiene especial obsesión con la lectoescritura.
"¿Tú quieres hacerlo?", le pregunté. "Sí", me contestó.
Bueno, si quiere hacerlo, tampoco me voy a oponer, y puede ser bonito trabajar juntos.
El caso es que a Kirikú le gusta mucho dibujar y escribir. Dibuja unas historias llenas de monstruos, dinosaurios, naves espaciales en las que viajamos Papichulo, Golosina, él y yo. Luego, con gran esfuerzo e interés por su parte, escribe el título del dibujo, o lo que a él le parece a bien escribir.
Sin embargo, este trabajo de las letras es algo parecido, pero mucho más limitador. No puede dibujar lo que su mente en ese momento maquina, tiene que dibujar algo que empiece por la letra que a la profe le ha dado la gana. No puede escribir la frase que desee (y seguramente más complicada), sino que tiene que escribir palabras que contengan dicha letra...
Kirikú afrontó la tarea con una ilusión inicial que poco a poco se fue apagando; de hecho tuve que insistirle en un par de ocasiones, hasta que un día le dije:
"Mira, si no quieres hacerlo, lo dejamos y hablo con tu profe".
"No, no"
"¿Qué pasa si no lo haces?"
"Me castiga"
"¿Estás seguro?"
Me entristeció mucho constatar que mi hijo en el cole trabaja por obligación y no por vocación, como hace en casa. Al trabajar así se pierden grandes oportunidades de aprendizaje real y satisfactorio para los niños.
En su colegio hacen cosas muy bonitas y estoy segura de que muchas de ellas Kirikú las disfruta; pero según va subiendo de curso, estas cosas van desapareciendo, y sé que cada vez irá trabajando más por obligación.
¿Y qué pasará cuando me plante ante su profe y le diga "oye, que Kirikú no va a hacer los deberes"? Posiblemente él mismo no me permita hacerlo, por no vivir la tensión que yo misma vivo: la contradicción entre lo que piensas y eres, con lo que se vive en el colegio.

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