sábado, 12 de febrero de 2011

CADA NIÑO A SU RITMO


Cuando comencé este blog expliqué lo mucho que Kirikú me había enseñado acerca de los niños y su desarrollo. Cuando estaba embarazada de mi Chiquitina me preguntaba qué me enseñaría este pequeño ser que venía a nuestras vidas; y ya voy descubriendo cosas. Estoy aprendiendo que cada niño tiene su ritmo y su estilo de aprendizaje.
A ver, no es que no lo supiera antes, claro que lo sabía, pero no confiaba realmente en esta máxima. Me explico.
Que cada niño tiene su ritmo de desarrollo y aprendizaje es algo que ningún maestro ni psicólogo te va a negar, es una frase muy cacareada en los ámbitos de enseñanza, pero realmente el sistema no se cree esto, o si no ¿por qué se castiga a los niños con calificaciones, informes, refuerzos, etc cuando sus tiempos van por detrás de lo establecido? ¿y por qué se les condena al aburrimiento y la desmotivación cuando van por delante? Pues eso, que realmente se piensa que los niños van todos a una, estableciendo un calendario con objetivos, y si no se cumplen los educadores se ponen nerviosos.
Es cierto que a veces los niños tienen serias dificultades en su desarrollo y considero bueno intervenir, pero creo que hay que saber distinguir.
Llevaba mucho tiempo intentando creer en esto, y algo había avanzado (mis agradecimientos a educadoras de escuelas infantiles, que con su gran experiencia no veían problemas en niños de casi tres años que apenas hablaban), pero es mi Chiquitina quien me lo está enseñando.
Porque es muy distinta a Kirikú, mama mucho más deprisa y se pasa gran parte del día durmiendo, por lo que ha empezado sonreír mucho más tarde e interactúa menos. Al principio me inquieté (¿esta niña no va a sonreír?), pero al ver el resultado final me he relajado y aceptado con el corazón que ella tiene su ritmo, que ella no es Kirikú ni tiene por qué serlo. Y además imagino que no cumplirá los plazos de su hermano en casi nada, como todos los niños.

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